Para nadie es un secreto que los entornos virtuales han transformado la vida y la cultura de las sociedades actuales, esta transformación las convierte en algo así como culturas de mutación constante, las formas de relacionarse entre los individuos están en una constante evolución y por tanto lo hacían así también las culturas a las cuales estos pertenecen.
Un diseñador es a su vez un actor de transformación cultural, su labor, generar lenguajes de comunicación entre individuos, no esta por tanto, lejos de las dinámicas de los entornos virtuales; más bien tiene la inminente necesidad de insertarse y hacerse parte de los flujos de información virtuales.
El diseñador es una persona idónea en cuanto a la articulación de estructuras comunicativas se refiere, ya que si bien conoce y comprende las dinámicas comunicativas, también entiende y domina aspectos formales y estructurales para mensajes (o procesos comunicativos) realmente efectivos.
Podría decirse que uno de los obstáculos para la intervención de los diseñadores en el desarrollo de entornos virtuales se ubica en los altos niveles de tecnología que demanda; sin embargo los diseñadores tienen a su favor la posibilidad del desarrollo de un pensamiento lógico que dista de aquel que pueden llegar a poseer los ingenieros, el pensamiento lógico de los diseñadores se enfoca hacia las posibilidades explorativas de la herramienta tecnológica.
Además es necesario decir que la herramienta no debe convertirse en un factor determinante, lo que es realmente relevante es el concepto y los aspectos estructurales de los productos; si se considera a la herramienta como al factor mas importante, surgirá un estancamiento en el proceso de conocimiento debido a la especialización en el uso de un elementó que no es constante.
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